Un sueño, en una noche, del verano

Alicia es una excelente maestra, sabe escuchar, y logra (que es mas importante) que uno escuche, y entienda. Y es accesible, no estrella. Tuve la suerte de llegar a ella (y acá una vez mas es donde aparecen mis amigas perseverancia y casualidad) justo cuando empezaba su proyecto en el San Martín, y juro que yo no lo sabía. Y días mas, menos, me convertí en la asistente artística de Alicia Zanca en la dirección de "Sueño de una noche de verano" en el teatro San Martín. No está mal para alguien sin palanca, je, me hizo muy feliz. Y fue mucho esfuerzo, porque cuando algo se da, se da todo junto... sino ¿cuál es la gracia?. Al mismo tiempo me llegó De La Guarda, y Tarzán, de Disney... y bueno, bienvenido.
Poco sueño y muchas horas de trabajo. Y conocer tanta gente talentosa, y compartir esos momentos de creación en una máquina artística como nunca antes. Paola Krum, Roberto Catarineu, Daniel Casablanca, Joaquín Furriel, Osqui Guzmán, y tantos... y Alicia. Aprender, aprender, y aprender. El San Martín por dentro es un mundo, uno ya se lo imagina con mirarlo, pero cuando uno lo vive... no tiene descripción posible, hasta su cuartel de bomberos tiene!
El Debut

Y fui feliz, y todavía no me imaginaba lo que iba a pasar. A Sabrina Carballo le fue imposible zafarse de una grabación en Polka, y si alguien no hace Hermia, se tiene que suspender la función. GRACIAS ALICIA. Me tocó el reemplazo. En tres días de nervios que casi no me dejaban dormir estudié el texto hora tras hora. Y llegó el momento. La prueba de vestuario y zapatería. El ensayo previo que esperaba se transformó en un "se lo sabe todo, vamos a tomar algo", y me dejaron sin ensayo... je. Y peluquería, y maquillaje. Y la sala se empieza a llenar, los escucho. Y vamos al escenario. El apoyo de todos se siente, aún de los que no simpatizan conmigo, en ese momento apoyaron. Y a salir. Menos mal que en la primera entrada Gastón y Leo me llevaban a la rastra, sino, no se si entraba. Y mucho nervio, y las escenas pasan, y creo que no me doy ni cuenta, es todo muy rápido. Cada vez que me toca estar cerca de Gastón Ricaud, en ese momento, mi Lisandro, la platea ruge. Es el galán del momento, y todas la chicas quisieran estar en mi lugar. Estoy demasiado nerviosa, pero veo que los demás se relajan, perece que no está mal lo que hago, porque confían. Eso es bueno. Y se puede llegar a disfrutar un poquito. Me toca la pelear con Demetrio en el bosque, y esto si lo disfruto. Hay algo en Leo Sagese que me hace relajar del todo y empiezo a disfrutar. Y es lo mas parecido a la gloria, no por un reconocimiento externo o algo así, por mi corazón que está metido en ese bosque, en esa noche de verano, pero sabe, que está cumpliendo un sueño. En la Martín Coronado del San Martín, en un gran personaje, con sala llena. Está cumpliendo un sueño.




Y se viene el final, y ya en la última línea me trabo con la letra. En algún momento iba a pasar, por lo menos fue al final y no me dejó alterada toda la función. Igual el público no se dio cuenta, y cuando me tiro a dormir sobre el piso del escenario puedo ver, en la pata (atrás de escena), todos se rien, bien, comprenden, y disfrutan conmigo de que el deber fue cumplido, con alegría. "Disfrutá esto Sabri" me dice Gastón al oido en el saludo. Aplausos, gritos. Tal vez esto es solo el comienzo, ojalá. Y digo yo en mi cabeza "Disfrutá esto Sabri" .
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